Talento o trabajo: la verdadera fuente del éxito

Talento o Trabajo

Tabla de Contenidos

¿Qué nos impulsa al éxito?, ¿nacemos con cualidades especiales o las desarrollamos a través del esfuerzo y la práctica?, esta pregunta a intrigado a psicólogos, educadores y líderes durante décadas, pero hoy en día hay una clara y unánime respuesta.

La diferencia entre las cualidades innatas y las trabajadas no solo es fascinante, sino esencial para entender el potencial de cada individuo, pero, sobre todo, el nuestro.

Cualidades innatas, el punto de partida.

Las cualidades innatas son aquellas capacidades con las que nacemos y que heredamos genéticamente, como la inteligencia, la creatividad, la sensibilidad emocional o incluso ciertos talentos artísticos o deportivos, por ejemplo, Charles Darwin, al hablar de la evolución, ya reconocía que algunos individuos nacen con ventajas adaptativas que los hacen destacar.

Un ejemplo más moderno lo encontramos en el psicólogo Howard Gardner, quien propuso la teoría de las inteligencias múltiples (lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista); Y es que cada persona nace con una combinación única de estas, por eso somos tan diferentes los unos de los otros.

Gardner sugiere que algunas personas pueden estar naturalmente dotadas con ciertas habilidades como la música o las matemáticas, pero de nada sirve si no las desarrollas a lo largo de tu vida, y en particular, en la infancia, cuando es tan fácil el absorber, asimilar, experimentar y crear, es decir, tener una predisposición genética, es decir, contar con unas habilidades innatas ayuda mucho, pero no garantiza el éxito.  

Talento o TrabajoUn buen ejemplo lo tenemos con Michael Jordan, quien cuenta con grandes capacidades físicas asociados al éxito en el deporte, y sin embargo fue rechazado de su equipo de baloncesto en la secundaria. Es decir, su éxito no se debió solo a sus capacidades naturales, sino a la disciplina y al deseo constante de mejorar.

Cualidades trabajadas, el poder de la práctica y el esfuerzo

Las cualidades trabajadas las desarrollamos a lo largo de nuestra vida, cada uno, en función de sus posibilidades y entorno, de una manera diferente, en mi caso, fue muy precozmente cuando empecé a trabajar en una gran franquicia, lo que me ayudó a desarrollar ciertas capacidades que desconocía pero que me han acompañado y ayudado a lo largo de mi vida, tanto personal como profesionalmente.

Aquí no hay trucos, este tipo de cualidades requieren de una práctica deliberada, de perseverancia, porque no es algo innato en nosotros, lo cual no quiere decir que no podamos llegar a gestionarlos con maestría.

Uno de los estudios más citados en este campo es el del psicólogo Anders Ericsson, quien acuñó el concepto de “práctica deliberada”; Ericsson argumentó que la excelencia en cualquier campo no depende solo del talento, sino del tipo y la calidad del entrenamiento que una persona realiza durante años.

Talento o TrabajoVolvamos a otro ejemplo relevante, Mozart, al que tenemos posicionado como genio nato y, sin embargo, estudios recientes muestran que su padre, Leopold Mozart, fue un exigente maestro que lo entrenó desde una edad muy temprana, lo que pone en cuestión cuánto de su genialidad fue innata y cuánto fue el resultado de años de formación intensa.

A día de hoy, la mayoría de los expertos coinciden en que el éxito surge de la interacción entre las cualidades innatas y las trabajadas; tener un talento innato puede ser una ventaja, pero sin trabajo sostenido, ese potencial rara vez se convierte en excelencia. Como dijo Thomas Edison: “El genio es uno por ciento inspiración, y noventa y nueve por ciento transpiración.”

La base de mi metodología DEET radica en la fusión de las cualidades innatas con las trabajadas, pero, teniendo muy claro la diferencia entre ambas, pues hay radica parte del éxito, y te diré que pocas de las personas con las que he trabajado tienen claro esta diferenciación.

Estoy acostumbrada a que me hablen de las cualidades que más utilizan o les aportan mejor imagen en su día a día, como puede ser la comunicación (lo que te les lleva a ser buenos comerciales o Jefes de venta), la organización (y les ha posicionado como Gerentes formidables) o los idiomas y cultura geográfica (lo que les hace ser los mejores guías de viajes), sin saber que nada tienen que ver con las habilidades innatas que les representa, y que quizás, en base a los factores sociológicos y educativos tanto externos como internos que recibimos en nuestro desarrollo, esas habilidades las anulamos.

Una forma valiosa de conocerla es a través de vuestros padres o tíos, pues son los que saben en qué sobresalíais de pequeños, que son las cualidades que mejor os van a posicionar.

De manera personal te diré que a día de hoy mis cualidades innatas son las que me han proporcionado mi diferenciación, las que me ayudan a dar un servicio con excelencia de una manera ágil, sin esfuerzo y a buen precio, sin embargo, las cualidades trabajadas son las que me han traído hasta aquí.

Y tú, ¿ya tienes claro cuales son tus habilidades innatas y cuales las trabajadas?

Helena Olcina
Mentora en Imagen de Marca con Alma

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio